#A03.
Akhenaton: Faraón de Egipto:
(¿Murió
por creer en un sólo Dios?)
Parte 1:
Para entender los tiempos y la confusión que rodean al Faraón Akhenaton (Fig. #1): Faraón de Egipto durante el 1354 A.C., debemos primero entender y aceptar que la mayor parte de la historia de hoy es una fabricación completa de la verdad o en el mejor de los casos es una perversión de la verdad. En cualquier caso, debido a la costumbre de la época de mostrar la forma humana en un formato clásico, lo cual impide que un rey humano luzca como un Dios viviente, la historia da pocos datos aceptables.
Para empezar, presentaremos una historia parcial de nuestra gente, Los Esenios (Essenes) de El Monasterio de Arkashea y su influencia en la gente de la Tierra.
La historia de Los Esenios del Monasterio de Arkashea se remonta más allá de 5000 años antes del nacimiento aceptado del niño-Cristo, a una masa de tierra hundida conocida como Lemuria por algunos y Mu por otros. La hermandad de Arkashea tuvo sus verdaderos orígenes en una provincia de Lemuria, olvidada desde hace mucho tiempo [llamada La Tierra de Los Ríos Gemelos], en un templo que se decía que había sido construido mientras la corteza de la Tierra todavía estaba calurosa y aún tenía el vapor de la creación del mismo Planeta Tierra.
Como sucede con todas las grandes verdades, el sistema de creencias de Lemuria lentamente se esparció a través de la masa de tierra que nosotros llamamos ahora Pangea. Pangea es la identificación científica del tiempo en el que sólo había una masa de tierra en el Planeta Tierra. Fue la época en que la tierra no estaba girando sobre su eje actual. Fue la época en que el Planeta Tierra no conocía las cuatro estaciones del año.
En la medida en que La Hermandad de Arkashea se esparció a través de la masa de tierra maciza de Lemuria, se conoció un nuevo visitante celestial que causó un inmenso cambio en los patrones terrenales--Pangea empezó a romperse, separándose a medida que la tierra empezó a resbalarse lentamente sobre su magma [su centro interior, que era una masa de piedra líquida y hierro]. Finalmente, después de un tiempo de temblores y otros desastres naturales, la mayor parte de Lemuria se hundió bajo el mar. Cuando las personas emigraron a lugares donde la tierra no se movía bajo sus pies, las enseñanzas espirituales de la Hermandad de Arkashea encontraron su camino hacia uno de los lugares santos de la tierra antigua que un día se volvería Atlántida [específicamente, El Gran Templo de Luz de Heliópolis], y entonces cuando esa tierra también empezó a temblar, la gente emigró de nuevo hacia donde la tierra no temblara--las enseñanzas espirituales encontraron su camino hacia la tierra que un día se volvería Egipto.
Los historiadores modernos claman que Egipto tiene 7000 años aproximadamente. De hecho, es mucho, mucho más antiguo que eso. La tierra que nosotros llamamos ahora Egipto, fue de hecho, habitada durante el tiempo de Atlántida y Lemuria por las que fueron las civilizaciones humanas más antiguas del planeta. La tierra que nosotros conocemos como Egipto correspondió a las tierras bajas de Atlántida. El mismo cataclismo que también hundió Atlántida levantó la tierra de Egipto y eso lo salvó de la destrucción.
La civilización paterna de Egipto, Atlántida (que fue una colonia de Lemuria), era altamente desarrollada. Había mucha sabiduría, tanto científica como espiritual. Las pirámides en sí mismas, uno de los más grandes misterios de nuestro mundo moderno, fueron construidas durante este tiempo, cuando Lemuria y Atlántida estaban en su momento más fuerte. Cuando Lemuria se hundió, Egipto padeció grandemente la pérdida de guía espiritual. Cuando Atlántida se hundió, casi toda la gran sabiduría espiritual estaba perdida. Todo lo que permanecía eran pedazos y fragmentos. Espiritualmente, la civilización egipcia se retrasó miles de años.
Para nuestros propósitos, no es importante entrar profundamente en la historia de esa antigua civilización. Lo que es importante entender es que los habitantes de esa civilización poseyeron la mayoría, si no toda la gran sabiduría espiritual de lo que nosotros llamamos ahora El Nuevo Convenio. Infortunadamente, la sabiduría puede ponerse a disposición de usos buenos y malos. Los habitantes de Lemuria se destruyeron a sí mismos, junto con mucho del Planeta Tierra, con las fuerzas que ellos liberaron unos sobre otros. La descripción mejor del proceso que llevó a este cataclismo sería la de una guerra psíquica.
Los fragmentos que permanecieron de esta gran sabiduría Espiritual no eran compartidos por todos; muy pocos tenían esta sabiduría. Aquellos que la tenían la compartieron con un número aún menor. La gran sabiduría espiritual de Lemuria y Atlántida se volvió muy rápidamente un mito, el mito de una Diosa [Isis] quien vino de El Mar de los Futuros No-creados para crear y gobernar el Universo conocido. Mientras nadie realmente creyó en esto, esa fue la Religión Estatal durante un tiempo muy largo.
Por el tiempo de Akhenaton, los únicos que tenían pequeños pedazos de esta sabiduría eran los diferentes templos de Egipto y la Familia Real. Lo que fue importante para el mundo moderno del pensamiento es que Egipto fue eso que nosotros hoy llamaríamos una " sociedad sagrada". Cada aspecto de la vida estaba centrado alrededor de la religión.
En el Egipto de 1354 A.C., había tres clases de personas.
1. Primero había un Faraón, la Corte Real y todos aquellos cuyas vidas se centraban en servir al Faraón. Se consideraba que el Faraón mismo era El Dios Viviente. Se consideraba que él era el eslabón entre los mortales de Egipto y las Fuerzas Divinas que controlaban sus vidas. Como tal, él era tanto humano como Dios; y por lo tanto, el Dios viviente.
En la medida en que la nueva colonia creció, un rey atacó y capturó el reino que existía en el otro lado del Río Nilo; uniendo la tierra así en un solo reino. Se volvió entonces conocido como Las Tierras Dobles de Egipto porque su rey llevó en su cabeza una corona doble.
Cuando los años pasaron, muchos reyes se sentaron en el trono de Egipto. Todos se sentían muy cómodos siguiendo las costumbres antiguas. Un día, un sacerdote de otro templo ascendió al Trono de Egipto--una nueva religión fue introducida a la gente--del Dios llamado Amón Re. El nuevo Rey, un seguidor de Amón Re por largo tiempo, olvidó muy rápido la antigua religión de Isis en la que vinieron las enseñanzas de Lemuria, las enseñanzas de La Hermandad de Arkashea. La antigua religión fue olvidada cuando los Sacerdotes de Amón Re declararon que Amón Re era el marido de Isis y que su hijo--Horus--gobernaba el Universo conocido. ésta, por fin, fue la conexión hacia los círculos oficiales. Amón Re se volvió la nueva Religión Estatal.
Sin embargo, al cambiar la sucesión de reyes, era inevitable que vendría una época en que la creencia de un nuevo rey y la Religión Estatal oficial entrarían en conflicto. Este rey fue conocido como Akhenaton: Faraón de Egipto, quien es llamado hoy el Faraón hereje. La nueva religión de Egipto, de Amón Re, señaló a Akhenaton como hereje porque él intentó, de nuevo, cambiar la religión oficial del Dios Amón Re a la antigua religión de Isis, las antiguas enseñanzas de Lemuria, las enseñanzas de Atlántida, y, las enseñanzas de La Hermandad de Arkashea.
Como dijimos antes, para entender la vida de Akhenaton, es necesario entender la naturaleza de la sociedad en la que él vivió. Aún más, para entender esa sociedad--el Egipto de Akhenaton--es necesario entender ciertos elementos de la historia egipcia anterior.
Mientras que este concepto de El Dios Viviente es visto por el mundo de hoy como risible o como una costumbre definitivamente infantil--posible sólo en una sociedad primitiva, supersticiosa--, la pequeña verdad que la historia nos enseña es que los egipcios no eran primitivos. Ellos eran la sociedad más avanzada de su tiempo; pero, ninguna otra sociedad de esa época consideró a su gobernante como su Dios Viviente.
¿Entonces por qué debían los egipcios clamar a su gobernante como El Dios Viviente? La respuesta descansa de nuevo en la antigüedad de los orígenes de Egipto, en eventos del pasado que influyen en el hombre incluso hoy, aunque él casi nunca es consciente de esto. Por ahora, permítenos sólo decir que en ese tiempo, se sentaba en el trono de Egipto una entidad a quien le estaba bien merecido el título de Dios Viviente desde el punto de vista de la humanidad.
Incluso durante el tiempo de Akhenaton, debido a la tradición, debido a la sabiduría especial que él poseyó y que otros no poseían, y debido al poder, el Faraón era aún considerado por las personas como siendo El Dios Viviente. Así, la palabra del Faraón era ley. Sólo el sacerdocio que había crecido tremendamente en poder e influencia a través de los años, frenó al Faraón de manejar el poder total y absoluto. No obstante, su poder era casi ilimitado.
Como se dijo antes, el Faraón poseía sabiduría que no tenían ni los sacerdotes de la época ni la gente común. Por ejemplo, debido a su conocimiento de astronomía, el Faraón y su corte podían predecir la venida de las estaciones. Así, ellos supieron con un alto nivel de exactitud cuando ocurrirían eventos naturales, tales como la inundación anual del Nilo.
Cada año, se guardó el grano suficiente para el tiempo de la inundación. También se le dijo a las personas cuándo debían moverse a la tierra más alta, y cuándo era seguro reasumir su cultivo en el valle del Nilo.
Entiende que en el día a día de la vida de los Egipcios estos eventos naturales, como las inundaciones, sequías y los tiempos apropiados para la siembra, eran de suma importancia. Un año agrícola malo y miles de las personas podían morir.
Para los plebeyos, estaba más allá de su concepción cómo el Faraón podía predecir estos eventos con tal exactitud infalible si esta información no le era dada por los Dioses. Recuerda, ellos no tenían ningún calendario. Para ellos, junio era muy similar a julio o agosto, en términos del clima. Así, ellos no tenían manera de apuntar con precisión ningún evento con una exactitud real. ¡Si su Faraón no estuviera ahí para comulgar con los Dioses, ellos plantarían en los momentos malos y perderían sus cosechas! Peor aún, las inundaciones vendrían inesperadamente y ellos podrían perder todas sus pertenencias, sin mencionar sus vidas.
Con este ejemplo nosotros podemos ver por qué los plebeyos de Egipto todavía sostenían que ese Faraón era el Dios Viviente. éste es simplemente un ejemplo entre muchas de las razones por las cuales el Faraón era visto con un respeto reverencial. No obstante, es verdad que por eones Egipto no había tenido un gobernante verdaderamente digno del título de Dios Viviente, si es que puede decirse que cualquier forma de vida es verdaderamente digna de ese título. El punto es que en los inicios el Faraón era un gobernante benéfico y sabio cuyo propósito era hacer la vida mejor para su gente.
Por la época de Akhenaton, los Faraones se habían vuelto hombres de poder y riqueza que se servían a sí mismos y estaban despojados de casi toda sabiduría o verdadera compasión por el destino de la humanidad. En muchos sentidos, el antiguo Egipto podría compararse al período más moderno de la historia que nosotros llamamos la Edad Oscura (Edad del Oscurantismo). Durante la edad oscura, mucha gente vivió bajo condiciones terribles, no mejor que animales. La mayoría era completamente analfabeta. Eran indiferentes con cualquier cosa que no fuese atender sus necesidades básicas de comida, abrigo, y sexo. Las condiciones de la época produjeron hombres de naturaleza muy bélica y bárbara.
Aún durante este tiempo, la nueva religión de Egipto existió bajo el culto al Dios de todos los Dioses, Amón Re. Dentro de las paredes de la iglesia del nuevo Dios, los hombres tenían mejores vidas. Ellos leían y escribían. Ellos estudiaban matemática y otras ciencias. Aunque ellos podrían haber sido aún muy básicos en sus naturalezas, el conocimiento que tenían y las mejores condiciones de vida se combinaron para hacerlos mucho mejores que el hombre corriente.
El abismo entre las clases más altas (la corte del Faraón y de los templos) y las clases bajas era enorme. Mientras el abismo existía, tanto en términos del confort material como de las oportunidades de aprender, la ausencia de oportunidades de aprendizaje fue un aspecto muchísimo más importante; sobre todo si nosotros consideramos que muchas civilizaciones fuera de Egipto aún eran casi unos completos bárbaros.
Dentro de Egipto, las clases altas tenían sabiduría y habilidades que eran completamente incomprensibles para la gente común. Esta sabiduría incluía los asuntos científicos y espirituales. Los sentimientos de reverencia que el Faraón dominaba podrían asemejarse a los sentimientos que un hombre del siglo 16 o 17 podría experimentar si él fuera transportado en el tiempo a la época actual.
Los Sacerdotes de Amón Re eran tan poderosos, que se volvieron el segundo poder en Egipto, después del Faraón.
2. El segundo segmento de la sociedad egipcia era el sacerdocio. La función supuesta de este grupo era servir a las personas, enseñándoles el comportamiento apropiado que cada individuo necesitaría adoptar para traer el favor del Dios sobre sí y su familia. El sacerdocio también tenía el trabajo de aplacar a los Dioses, para que ellos miraran a Egipto como un todo con aprobación. Debido a la naturaleza de la sociedad Egipcia, el sacerdocio ejerció una gran influencia sobre la gente.
Mientras la gente, en su ignorancia, creyó que el sacerdocio tenía sabiduría real, sabiduría que hizo posible que ellos protegieran la tierra de la ira de los Dioses, la verdad real es que en ese entonces, como ahora, la religión no era más que control de la mente. La mayoría de los templos sólo estaba interesada en adquirir y mantener el poder. Cualquier dogma dado a las personas no tenía el fin de permitirles que encontraran una mayor felicidad, sino el fin de hacer que permanecieran fieles al templo, tanto financieramente como en su comportamiento. La única cosa que el sacerdocio quería era mantener el status quo--mantener la estructura actual de poder.
Cualquier sabiduría que los sacerdotes podrían tener, era protegida celosamente. Nunca era compartida, excepto con los más altos iniciados. Esto era porque el sacerdocio quería mantener su poder. Compartir su sabiduría con todos, los haría a todos iguales--los sacerdotes ya no podrían portar el prestigio de tener algo que los otros no tenían. Los sacerdotes ya no podrían manipular a la gente común a través del uso del miedo.
Es muy similar a lo que nosotros vemos hoy en los asuntos de las religiones organizadas modernas. Siempre que un individuo cuestiona cualquiera de las doctrinas de la Iglesia, le dicen que él debe tener fe... es decir, él debe aceptar incondicionalmente. Aquél que no tenga fe está en peligro de perder su alma inmortal. El único pecado imperdonable, ante los ojos de las Iglesias de hoy, es el del incrédulo. Aquel que niega que los mensajeros de los Dioses de hoy, vía sus Iglesias, saben todo. . . aquel que niega que las costumbres de la Iglesia son el único camino hacia la salvación, es condenado como un hereje... es condenado a ser un individuo sentenciado a quemarse por una eternidad en el infierno.
Nosotros sentimos que es muy triste que las religiones del Hombre sean como son. Casi sin excepción, son organizaciones muy corruptas, prácticamente desprovistas de cualquier sabiduría espiritual real. Mientras claman ser un sendero para que el Hombre busque su naturaleza más alta, su verdadero propósito normalmente es controlar el comportamiento de otros y ganar la riqueza material para las personas que pertenecen a la organización.
Los plebeyos, en el Egipto de 1354 A.C.,
independientemente de su dinero,
eran sólo ciudadanos de tercera clase--Ellos eran comercializables.
La idea de un infierno, peor que aquel que uno llama vida, fue uno de los grandes logros de las religiones de la Tierra. Esto ocurrió porque sin éste, los grupos religiosos no podían controlar el comportamiento de nadie. La vida era tan difícil en la época antigua que la muerte era vista como una dulce liberación. Así, cuando se los amenazaba con la muerte, la mayoría de la gente se reía. Así, la religión empezó a amenazar a las personas con la tortura eterna en un hoyo de fuego--el infierno. ¡Ahora, la gente puso atención! Así, la religión en el Antiguo Egipto, tal como ahora, tenía muy poco de verdad. No obstante, era una fuerza dominante en la sociedad.
La tercera clase de gente eran los plebeyos, claro. En el antiguo Egipto, había granjeros, comerciantes y artesanos. Todos ellos eran consideraron posesiones personales del Faraón. Suyo era el derecho de dar la vida o la muerte. Suyo era el derecho de crear cualquier ley y forzar su obediencia. Claro, el Faraón era lo suficientemente sabio como para caer en cuenta que si él abusaba alguna vez de su poder, la gente se volvería en su contra. El Faraón sabía que su poder venía finalmente de la gente que aceptaba su mandato.
En el Egipto de 1354 A.C., el Faraón era, de hecho, El Hijo De Dios--Un faro de luz piadosa.
Sin embargo, las personas creían en el Faraón debido a la tradición, debido a la sabiduría oculta de la Corte Real y debido a la influencia del sacerdocio. El sacerdocio predicó los méritos del status quo y advirtió de la catástrofe si se desobedecía al Faraón, a su Corte Real o a sus templos. ¡Ningún plebeyo se atrevió desobedecer, aun cuando no creyera!
En la época de Akhenaton, a las personas se les había lavado el cerebro por vidas con la idea de que ellos no podrían existir si no fuese por el Hijo Divino, si no fuese por el Faraón y sus consejeros, quienes se asesoraron con los Dioses y los protegieron del daño. No obstante, es importante recordar que no siempre fue así. Lo que nosotros estamos mirando aquí es a un Sodoma y Gomorra desde el punto de vista espiritual. Estamos mirando a un Egipto que había perdido casi toda su espiritualidad.
En alguna época, como lo dijimos antes, el Faraón era en verdad un gobernante benéfico... un verdadero sirviente para su gente, como debe ser cualquier gobernante que tiene una pizca de espiritualidad. Y a su altura, Egipto tenía tan alta sabiduría espiritual, que la mayoría de los hombres de hoy no contempla ni siquiera su existencia. Así, aunque Egipto había caído poderosamente, no todo se había perdido. Aún era una gran civilización, especialmente desde el punto de la vista Terrenal. Fue en este tipo de sociedad que Akhenaton nació.
Por mucho tiempo, había sido costumbre que hubiese una religión estatal en Egipto. Aunque había muchos, muchos Dioses--un dios de la Guerra, un Dios del Nilo, un Dios de la Muerte, un Dios de la Vida, un Dios de la Fertilidad, un Dios del Sol, un Dios del cielo, etc.--usualmente uno era predominante en cualquier período de tiempo dado, dependiendo de la preferencia del Rey vigente. Este predominio se debía, en principio, a que el Faraón favorecía al templo del cual él provenía, sobre todos los demás... de donde provenía el Faraón, así mismo, allí iban aquellos que deseaban los favores del Faraón. . . qué era lo que ellos realmente creían, no tenía nada que ver ante la faz de la política.
Durante el tiempo de Thutmosis III (Nosotros discrepamos con la historia grabada; puesto que creemos que Thutmosis III fue el padre de Akhenaton), la religión estatal era la de Amón Re. Amón Re era un Dios Sol, significando que se preocupaba por la creación (el sol fue visto como la fuente de toda la creación). No obstante, los sacerdotes del Dios Amón Re no tuvieron relación con los aspectos cotidianos de la creación como el crecimiento, la reproducción y las leyes naturales de la ciencia. Ellos estaban más interesados en lo esotérico, lo misterioso, el lado oculto de la creación. Sólo aquellos que estaban en los círculos internos más altos del templo fueron iniciados en esta sabiduría. El público en general recibía sólo propaganda política.
El Faraón Thutmosis III odiaba a los sacerdotes de Amón Re. Esto era porque ellos habían intentado ayudar a su madre Hatheshupat (Hatshepsut) para que impidiera que Thutmosis ascendiera al trono. ¡Ella era más fácil de controlar por los sacerdotes! En fin, Thutmosis tuvo que recoger un gran ejército para guerrear con Hatheshupat para ganar su justo lugar en el Trono. En su guerra, sus hombres mataron a muchas personas para ganar lo que era legítimamente suyo. Esto hizo de él un Faraón muy brutal y cruel. Además, él nunca se olvidó que los sacerdotes de Amón Re habían estado en su contra.
Si hubiera sido posible, Thutmosis habría despojado de su poder al sacerdocio de Amón Re. Esto no era posible. No era posible por muchas razones; una razón es que Amón Re había sido la religión estatal durante demasiados años. De hecho, había sido la religión predominante a lo largo de la vida de los últimos cuatro o cinco Faraones--mucho más que cualquier religión antes de ésta. Otra razón es que el dogma de Amón Re fue ampliamente aceptado entre los plebeyos. También, Amón Re tenía influencia política y monetaria incluso entre la Corte Real. Luego, durante el reino de Thutmosis hubo una constante lucha de poder subyacente entre el sacerdocio y el Faraón.
Otra costumbre que se mantuvo en pie por largo tiempo era que el heredero al trono, en este caso nosotros creemos que era el personaje que la historia llama Amenhotep IV (Akhenaton), sería enviado al templo de la religión estatal para ser educado; allí, él sería iniciado en toda la sabiduría que el sacerdocio poseyese. Y, claro, desde el punto de vista del sacerdocio, ellos ganarían una influencia sobre el futuro Faraón.
Sin embargo, Thutmosis rompió con esta tradición. él envió a su heredero [que nosotros creemos que era Akhenaton] al templo relativamente desconocido de Heliópolis, para su entrenamiento. También, Thutmosis envió a sus otros niños (la descendencia ilegítima y que por lo tanto no tenía ningún derecho al trono) a templos diferentes a los de Amón Re, para su entrenamiento.
Las enseñanzas de Heliópolis también eran las de un Dios Sol --que está interesado en los aspectos de la Creación. Sin embargo, era lo contrario de Amón Re. Se preocupaba por las matemáticas, las leyes de la ciencia y las experiencias cotidianas de la Creación con las que todos estaban familiarizados, como los ciclos de las estaciones y los ciclos de vida y muerte.
El templo de Heliópolis nunca había tenido muchos seguidores. Nunca había logrado el poder político del templo de Amón Re. Luego los sacerdotes eran más puros. Ellos no estaban tan cautivos en los forcejeos de poder y los juegos políticos como los sacerdotes de Amón Re (Amón Reites). Mientras estos sacerdotes habían perdido la mayoría de la sabiduría de sus colegas de Atlántida, ellos retuvieron algo de ésta. A Akhenaton le fue enseñada toda esta sabiduría. Este entrenamiento ayudó al desarrollo de Akhenaton y fue uno de los factores que influyeron en su disposición a ser contactado por La Gran Fuerza, como veremos más adelante.
Akhenaton fue introducido a la ya antigua sabiduría de El Templo de Luz de Lemuria a una edad temprana.
Entretanto, mientras Akhenaton llegaba a la edad adulta, la lucha de poder ardía entre Thutmosis III y los Amón Reites. En las mentes de los sacerdotes de Amón Re, Thutmosis III había declarado una y otra vez la guerra desairándolos y enviando a su verdadero heredero a otro templo. La lucha de poder ya no era un juego privado entre Thutmosis III y los Amón Reites. Era abierta y todos lo sabían.
Entiende que enviar a Akhenaton al templo de Heliópolis fue más que sólo una afrenta a Amón Re. Fue un esfuerzo franco por arrebatarle el control sobre la gente que estaba bajo el pulgar de Amón Re. Después de todo, si el templo de Heliópolis fuera lo suficientemente bueno para el hijo del Faraón, quizá los plebeyos empezarían a prestar más atención a sus sacerdotes. También, si el patrón usual permanecía válido, Akhenaton traería muchos de los sacerdotes de Heliópolis a la Corte Real como consejeros cuando ascendiera al Trono, desplazando así a los Amón Reites.
No obstante, los Amón Reites no podrían atacar al Faraón directamente. ¡Ellos no tenían tanto poder! Todo lo que ellos podían hacer eran intentar influir en todos y cada uno contra él.
Durante este tiempo, Egipto era un poder mundial. De hecho, Thutmosis III y sus predecesores habían aumentado la influencia de Egipto grandemente mandando ejércitos que conquistaron muchas de las tierras circundantes. Los Amón Reites estaban a favor de esto. A ellos se les otorgó una porción de todo el botín de guerra--esclavos, otras propiedades materiales, y la influencia política en el nuevo territorio.
Una manera en la que los Amón Reites empezaron a llegar por la espalda de Thutmosis III fue plantando semillas de duda en las mentes de figuras importantes del ejército. Les dijeron que Akhenaton, una vez llegara al poder, los reemplazaría con hombres de su propia elección. Sin embargo, si ellos prometían toda su obediencia hacia Amón Re, nunca serían reemplazados. Después de todo, dijeron los Amón Reites, los Faraones van y vienen pero nuestro templo es poderoso, el templo de Amón Re, ha permanecido por vidas.
Las maquinaciones de los sacerdotes de Amón Re fueron muy eficaces. Ellos sabían exactamente lo que estaban haciendo, y lo hicieron bien. Así, debido a las mentiras y engaños de los Amón Reites, combinadas con la corrupción del personal militar, sucedió que, en secreto, muchos prometieron su obediencia a Amón Re. No obstante, ellos no tuvieron éxito arrebatándole al Faraón el mando completo del ejército.
éste era el estado de las cosas mientras Akhenaton llegaba a la edad adulta. En algún momento alrededor de este tiempo, él empezó a ser contactado por La Gran Fuerza--esa que creó todas las cosas. él empezó a tener visiones.
Este contacto fue posible al menos por dos factores. El primer factor fue que Akhenaton fue entrenado en el templo de Heliópolis. Este entrenamiento había abierto su mente a muchas cosas. Le había hecho comprender que hay fuerzas que controlan el Universo y todo lo que hay en él. Le hizo comprender que era, de hecho, posible aprender más sobre estas fuerzas y cómo hacer contacto con ellas. él aprendió Proyección y Astracción.
El segundo, el muchísimo más importante de los dos factores, fue la naturaleza misma de Akhenaton. Akhenaton era un hombre de paz. En su corazón él supo que el amor y la Hermandad del Hombre eran la cosa más grande hacia la que uno podría esforzarse. Cómo sabía él estas cosas es desconocido, y para nosotros, insignificante. El hecho es que él lo sabía. Akhenaton era un hombre que estaba por fuera de su tiempo. Es decir, él era diferente a cualquier hombre de su era. La mayoría de la EspecieGemela: El Humano en esa época, si no eran unos bárbaros completos (muchos lo eran), eran aún muy crueles, muy egoístas, muy agresivos y muy bélicos. En términos del nivel de conciencia, desde un punto de vista espiritual, uno casi podría pensar como si Akhenaton fuese un hombre, mientras el resto de los individuos eran todavía Monos.
Estos dos factores le permitieron a Akhenaton ser contactado por La Gran Fuerza. Era el propósito de la GranFuerza que se recobrase la sabiduría que se había perdido en la Tierra con la caída de Lemuria y Atlántida. Así, a Akhenaton le fueron dadas muchas, muchas visiones dentro de las cuales él ganó mucha sabiduría. Y, así, el Nuevo Convenio fue traído de nuevo hacia la mente consciente del hombre. Aunque ignorado, éste fue un gran evento para la gente de la Tierra.
A Akhenaton le fue enseñado que había sólo un Dios, sólo Una Fuerza que era responsable de toda la Creación, aunque esta fuerza tenía muchos aspectos. Todas las demás religiones, incluso la de Amón Re, creían que había muchas fuerzas separadas o Dioses.
A Akhenaton le fue enseñada la naturaleza Creativa de las fuerzas por sí mismas. Le fue mostrado cómo las leyes de Causa y efecto dieron lugar a la ley de los continuums de la creación y los patrones repetidos. Le fue mostrado cómo los continuums de la creación se entretejieron para crear lo que nosotros llamamos el tejido de creación.
El contenido de estas visiones, eso que el mundo moderno llama El Nuevo Convenio fue registrado. El amor de Akhenaton por el Universo floreció como lo hizo su comprensión. Su deseo era crear un nuevo estilo de vida. él quiso hacer un nuevo principio. En lugar de que cada hombre se ocupara sólo de sí mismo, a costa de todos los demás, Akhenaton tuvo una visión que le enseñó de una Hermandad del Hombre, en la que todos se cuidaban entre sí. Todos trabajarían juntos para el propósito mayor--el despliegue del amor del Universo.
Como Co-Regente bajo su padre, Thutmosis III, Akhenaton era el segundo hombre más poderoso de la Tierra. Así, él tenía el poder para llevar a cabo su sueño. ¡Piensa en eso! Estar en capacidad de concebir un cielo espiritual en la Tierra y tener la habilidad de llevar a cabo este sueño en tu propia vida. Darle una oportunidad a la gente de la Tierra para vivir en paz, como hermanos, en lugar de vivir en el odio y como enemigos. Esta visión de la Hermandad del Hombre se volvió la fuerza conductora de la vida de Akhenaton.
La primera cosa que Akhenaton hizo fue escoger un símbolo para este nuevo estilo de vida. El símbolo se volvió El Aton--la corona del Sol. La corona del sol fue escogida como el símbolo exterior de la GranFuerza por varias razones. Primero, el cortar ligero a través de toda la oscuridad era simbólico de la sabiduría que dispersa la ignorancia espiritual. La luz deslumbrante del sol también es simbólica de la primera llamarada de awareness del hombre, su primer pensamiento, su primer awareness de estar separado de la GranFuerza.
Entonces, él comprendió que sus visiones estaban, de hecho, re-enseñándole a la EspecieGemela: El Humano, lo que entonces fue llamada La Antigua Religión de Isis. Cuando Akhenaton tuvo su primer awareness de que el brillo del sol era de hecho el awareness del Hombre de que él estaba separado de la Gran Fuerza, él comprendió que su comunicación síquica significaba que debido a la naturaleza del descenso del hombre a lo físico, el Hombre es realmente una Hermandad. Y que el hombre no estaba solo. Y, debido a que este era el principio, Akhenaton comprendió que esto era la Hermandad de Arkashea (Arkashea = el principio). Akhenaton también comprendió que la Hermandad de Arkashea (Hombre) estaba destinada a ser ayudada por maestros de otro mundo que llegaron a ser conocidos como La Hermandad de La Cadena. El Faraón comprendió que La Hermandad de La Cadena , en sí misma, se volvió la semilla para La Gran Hermandad Blanca.
La corona del sol también representa otras cosas en otros niveles; dependiendo del Círculo Mágico del Ankh y La Cruz Rota [de las que se habla en otra parte].
Los historiadores modernos malinterpretan gruesamente a Akhenaton y su importancia. Ellos creen que, dado que el nuevo templo de Akhenaton tenía el mismo símbolo exterior, el sol, era muy similar a los antiguos templos... en particular, los de Amón Re. Ellos sienten que la única diferencia real es que Akhenaton defendió el monoteísmo, mientras que las otras religiones eran politeístas. Mientras es verdad que Akhenaton fue el primer monoteísta del mundo, las diferencias van muy lejos, mucho más allá de eso.
Entiende que el propósito de Akhenaton no era la creación de una nueva religión diseñada para excluir a los plebeyos de esta sabiduría. él creía en La Hermandad Del Hombre. Así, una de las razones por las que él escogió el sol como un símbolo fue porque él intentó usarlo como un símbolo de las fuerzas creativas. él no quiso alienar a la gente común. él quiso usar un símbolo concreto para ilustrar principios abstractos, para que las personas entendieran la nueva hermandad.
No era ningún culto-al-sol, como los historiadores modernos piensan, sino un culto a las fuerzas creativas mismas. Muchas de las religiones más antiguas, como la de Amón Re, eran meramente un culto al sol. Al menos, eso fue todo lo que le fue enseñado a los plebeyos.
Akhenaton esperaba usar el símbolo exterior del Sol para ilustrar los principios de la nueva hermandad. Por ejemplo: Así como hay un sol, hay un Dios. Así como el sol brilla igual para todos los hombres, independientemente de su posición social, independientemente de sus actos erróneos pasados, independientemente de todo, así, también, la nueva hermandad era para todos los hombres, igualmente. Así como el sol es necesario para la vida material, así, también, el contacto con las fuerzas creativas es necesario para darle a la vida un sentido mayor.
Muchos de los sentimientos de Akhenaton están puestos en palabras en un hermoso poema el Himno Al Aton. De nuevo, este poema es completamente malentendido por los historiadores de hoy. Es de hecho, una lástima que ellos juzguen todo según sus propios estándares--los estándares de hoy--en lugar de intentar entender las cosas dentro del contexto en que fueron creadas.
Fue durante este tiempo que el hijo y heredero de Thutmosis III [nosotros creemos que es el personaje que la historia llama Amenhotep IV] abandonó su viejo nombre a favor del nombre Akhenaton, porque Akhenaton quería decir 'gloria al Aton'.
La próxima cosa que Akhenaton hizo fue empezar construyendo el templo de El Aton. Por muchísimos años, cualquier cosa importante en Egipto fue hecha en la ciudad de Tebas. Tebas era el asiento de poder de ambos, el Faraón y la religión estatal, Amón Re.
Para sorpresa de todos, Akhenaton escogió no construir su templo en Tebas, sino 300 millas al norte, en el lugar que ahora es conocido como Tel El Amarna. El templo estaría en el mismo centro de una nueva ciudad que se llamaría Akhetaton--lugar de reposo de El Aton.
Una razón por la que Akhenaton escogió construir su ciudad en ese punto específico es porque es exactamente el punto medio geométrico de Egipto. Akhenaton percibió una inconsistencia. Siempre se suponía que el Faraón estaba en el centro de Egipto en todas las cosas. él era el centro espiritual, el centro social y el centro físico. Tebas siempre había clamado ser el centro de Egipto desde que el Faraón residía allí, pero Akhenaton sabía que Tebas no era el ombligo central real de Egipto.
Para Akhenaton, mantener su propia percepción de la verdad, o Maat, como ésta era llamada entonces, era de suma importancia. ¡Si se suponía que el Faraón era el centro de Egipto, entonces el Faraón sería el centro de Egipto! No era absolutamente vanidad; Ni era una lucha de poder sobre un punto insignificante. Si nosotros examinamos de nuevo la historia del antiguo Egipto empezaremos a entender lo que realmente estaba transpirando.
Recuerda, Egipto fue una vez una parte de Atlántida. Las personas de Atlántida eran altamente evolucionadas--por encima de todo lo que El Hombre ha logrado hasta ahora. De hecho, algunas cosas que eran entonces un lugar común son consideradas sólo cuentos de hadas hoy en día. Muchos hombres ni siquiera pueden concebir que estas cosas sean posibles, luego ellos están cerrados-mentalmente.
A Akhenaton le fue enseñada la historia de la migración del Hombre a través de las Galaxias,
en su búsqueda de paz, en su búsqueda de la Conexión Divina.
Sin entrar en las especificidades de lo que estas cosas eran, lo cual no es necesario en este momento, permítenos decir simplemente que alguna de la sabiduría más importante tenía que ver con el viaje interplanetario. Cuando nosotros usamos el término el viaje interplanetario, estamos hablando acerca del viaje a través de ambos, tiempo y espacio, e incluso el viaje inter--dimensional.
Si queremos ir de Nueva York a California en automóvil necesitamos un mapa. Igualmente, para que la gente de Atlántida viajara a través de espacio y tiempo, ellos también necesitaban mapas. Claro, sus mapas eran increíblemente más sofisticados para nuestros estándares.
Los mapas de la gente de Atlántida tenían que trazar tanto el tiempo como el espacio, en un grado sumamente exacto. Si nos olvidamos ahora mismo de la cartografía del tiempo y simplemente pensamos en el espacio, empezamos a ver lo que es necesario. Hoy, nosotros usamos trigonometría, astronomía, geometría, planos de coordenadas cartesianas y otras herramientas matemáticas y científicas para trazar el espacio. La gente de Atlántida conocía todas estas ciencias. Ellos eran por lo menos tan competentes en su uso como lo somos nosotros, y si la verdad se conociera, serían probablemente más competentes.
Las pirámides de Egipto fueron construidas en el tiempo de Lemuria, durante los principios de Atlántida. éstas fueron construidas por muchas razones. Una de estas razones fue conservar--salvar a lo largo del tiempo--el conocimiento científico de la gente de Lemuria y Atlántida.
La más grande de todas las pirámides en la Tierra es llamada La Gran Pirámide de Keops por el hombre moderno. La Gran Pirámide funcionó como un observatorio astrológico, un hito, una referencia de la topografía, un mapa del hemisferio norte de la Tierra, un obelisco y un conservatorio de mucha de la sabiduría de Lemuria y Atlántida. La pirámide también tiene muchos otros usos más arcanos que no están dentro del alcance de esta discusión.
Algo del conocimiento incluido en la pirámide incluye: la circunferencia de la Tierra, la distancia de un grado de una latitud, el número de días en un año--exacto hasta el cuarto dígito decimal, el número de años de un ciclo galáctico, la distancia del sol a la Tierra y muchas otras medidas importantes.
En cuanto a la información que ofrece como un mapa, la pirámide es un modelo exacto a escala del hemisferio norte de la tierra. Contenida dentro de la pirámide está la clave para estar en capacidad de construir mapas bidimensionales del espacio tridimensional sin introducir distorsión. Los científicos modernos dirán que esto es imposible.
Quizás lo más importante, en términos del viaje espacial, es que la gran pirámide contiene la clave para tener en cuenta el movimiento al viajar a través del espacio. Dado que todo movimiento tiene lugar dentro del tiempo, es decir, toma tiempo para que el movimiento ocurra, nosotros realmente estamos hablando de trazar el tiempo así como el espacio.
Para entender la importancia de esto, pensemos en lo que hacemos cuando queremos pegarle a un blanco en movimiento con un proyectil como una piedra. Debemos apuntar delante del objeto. Si apuntamos directamente al blanco, cuando la piedra alcanza el destino, el objeto ha pasado. Nuestros científicos tuvieron que tener esto en cuenta cuando un cohete aterrizó en la luna. Los cálculos tenían que ser exactos. Si el lanzamiento no hubiese tenido lugar en el tiempo fijado exactamente, sería pospuesto mientras los científicos lo recalculaban para la próxima prueba.
Al viajar de un lado de la galaxia a otro, uno encuentra multitudes de cuerpos, todos en movimiento. Un mal cálculo, y se desviaría del lugar definido del desembarco. Peor aún, ante un cálculo erróneo más severo, se incrementa el potencial de destrucción debido a la colisión. Hace que el problema de aterrizar una nave de la Tierra en la luna parezca risible. No obstante, la clave para esta habilidad está dentro de la gran pirámide.
Nosotros apenas hemos tocado el asunto de la Gran Pirámide. Las verdades que están asociadas con la Pirámide se leen realmente como una novela de ciencia-ficción. De hecho, fue sabio quien acuñó la frase 'la verdad es a menudo más extraña que la ficción'.
Con esta nueva información, nosotros podemos ver que la cultura del antiguo Egipto es una que puso gran valor en las medidas. Sin las medidas exactas, el viaje espacial exitoso es imposible. Sin las medidas exactas, no podrían predecirse las estaciones con exactitud. Sin las medidas exactas, la historia del antiguo Egipto no sería la misma.
Como dijimos antes, los Egipcios eran unos matemáticos consumados. Todo esto fue tejido en el legado del viaje espacial dejado a los Egipcios por sus predecesores. Se desconoce si los egipcios retuvieron la habilidad del viaje espacial. Es dudoso. No obstante, aún ellos tenían trozos de la sabiduría antigua, mucha de la cual tenía que ver con el viaje espacial, las matemáticas, y las medidas del tiempo y el espacio, tanto en la Tierra como en los cielos.
Retornando al tiempo de Akhenaton, podemos ver ahora por qué la decisión de Akhenaton de construir una nueva ciudad, fue considerada una cosa tan radical--por qué éste era un hueso tal de disputa entre él y los Amón Reites.
En verdad, si el Faraón era el centro de la vida en Egipto,
entonces Faraón debía vivir en el verdadero centro de Egipto--
Una nueva ciudad debía construirse en el ombligo de Egipto.
Como dijimos antes, era costumbre en Egipto que el Faraón fuese considerado el centro de todas las cosas. Por la época de Akhenaton, los orígenes de esta costumbre hace mucho tiempo se habían olvidado o ignorado. Antes que se volvieran palabras meramente vacías, la declaración tenía el anillo de la verdad. Los vestíbulos de la residencia del Faraón eran la base de todo el estudio, todo el aprendizaje en la tierra. Todo el estudio científico, todo el estudio espiritual, era conducido con la aprobación y cooperación del Faraón. Todas las cosas que ayudan al Hombre a alcanzar sus aspectos más altos tenían la más alta prioridad. Entended que éste era el estado ideal percibido de las cosas. Si alguna vez en la vida existió realmente alguna razón, debió haber sido hace mucho, mucho tiempo--antes de la edad moderna. Incluso antes que Egipto se llamara Egipto. Quizás en los mismos principios de Atlántida.
Akhenaton percibió que de esta manera no estaban funcionando las cosas en su Egipto. En esa época, el Faraón sólo era el centro de las cosas en lo que se refiere al poder... en lo que se refiere a la política.
Akhenaton era consciente que la historia de Egipto estaba fuertemente influida por el viaje espacial, y por lo tanto, por la ciencia de las mediciones. No toda la sabiduría ha estado perdida; recuerda, la casa del Faraón todavía tenía sus archivos que fueron acumulados durante años. Ellos tenían calendarios que les dieron la habilidad de predecir la venida de las estaciones, eclipses y otros eventos naturales. No obstante, a la sabiduría no se le había dado la alta prioridad que tuvo alguna vez. Ahora, todo lo que parecía importarle a ambos, al Faraón y a las religiones, era el poder.
Akhenaton decidió construir una nueva ciudad. él quiso empezar algo nuevo. él quiso hacer un alto en el camino de la corrupción del pasado. él quiso traer la sabiduría antigua. él quiso darle a la búsqueda espiritual, artística y científica la más alta prioridad que se merece en la vida del Hombre.
Akhenaton quiso que su nueva ciudad, y él mismo, el futuro Faraón, fuesen de verdad el ombligo central de todas las cosas. él quiso que la nueva ciudad ocupara el centro del ombligo físico de Egipto, así como el centro espiritual.
El construir la nueva ciudad en el ombligo central de Egipto requeriría un uso pleno de todo el conocimiento científico de la comunidad. Llevaría a la sabiduría del uso teórico al uso práctico. Habría, de nuevo, conservado la sabiduría en una estructura física. Señalaría el retorno a la preeminencia de las antiguas costumbres--esto es, un retorno a los fundamentos básicos de la grandeza de Egipto--su herencia espiritual y científica. También simbolizaría otra cosa--la negativa de Akhenaton de aceptar a Tebas, y por lo tanto a la casa de Amón Re como el centro de Egipto, espiritualmente, socialmente, físicamente o científicamente.
Akhenaton construyó su nueva ciudad. En las fronteras él puso marcadores, (los arqueólogos modernos los llaman estrella fronteriza -- border stellae) que proclamaron a Akhetaton como la ciudad consagrada a El Aton, y que sus fronteras ni aumentarían ni disminuirían. Los arqueólogos modernos se esfuerzan por entender por qué un Faraón crearía una ciudad sin los sueños de expandirla. Faraón no quiso cambiar su ciudad. él quiso que fuese una reflexión de las Leyes Universales de Creación que son eternamente constantes. Ellas nunca crecen, ellas nunca disminuyen, ellas nunca cambian. Ellas simplemente son eternas. Así, también, Akhetaton sería--el lugar de reposo de El Aton. Una vez Akhenaton construyó su ciudad, él se mudó allí. A su llegada, él proclamó "Ahora, yo estoy viviendo en Maat." Los historiadores modernos no tienen absolutamente idea alguna del significado real de esta proclamación.
El foco de Vida para Akhetaton era el elevar la conciencia. Arte, música y estilo de vida, fueron todos diseñados para homenajear a Aton. La nueva "hermandad" era el centro de todas las actividades.
Entretanto, atrás en Tebas, la vida no se detenía. El Faraón Thutmosis III todavía reinaba, aunque estaba envejeciendo. Los Amón Reites aún conspiraban contra Thutmosis III. En la medida en que Thutmosis III envejecía y perdía importancia, entonces, las atenciones de los Amón Reites se volvieron hacia Akhenaton.
Para los Amón Reites, había sido lo suficientemente malo que Akhenaton hubiese sido enviado a otro templo. Ahora, él había cambiado su nombre, declarado que no había muchos Dioses, como los Amón Reites predicaban, sino sólo una fuerza creativa, y construyó una nueva ciudad para honrar este Dios único.
Las luchas de Poder parecían ser un estilo de vida para los Sacerdotes de Amón Re--la religión está, hasta la actualidad, buscando gobernar al mundo.
Si la lucha de poder que había existido entre Thutmosis III y los Amón Reites era mala, entonces la lucha de poder que se estaba desarrollando entre Akhenaton y los Amón Reites era una pesadilla absoluta.
Los Amón Reites observaron todo lo que sucedía en relación con Akhenaton. Ellos no eran estúpidos. Akhenaton no tenía que enviar una proclamación formal declarando, Yo no acepto sus costumbres como aquellas que servirán mejor a Egipto. Yo tengo mis propias ideas sobre cómo gobernar, y éstas no conforman las suyas. Sus acciones dijeron esto tan fuerte como podrían decirlo, y los Amón Reites estaban escuchando. Akhenaton, a su vez, supo que los Amón Reites sólo podrían percibir sus acciones como un ataque a la base de su poder.
En verdad, era inevitable que Akhenaton chocara con los Amón Reites. No era lo que él quería; no obstante, su vida entera, su manera entera de actuar, estaba volviéndose una amenaza creciente para Amón Re.
Para vivir su vida en su Maat, Akhenaton tuvo que hacer lo que él pensó que era correcto--Akhenaton estaba decidido a seguir las primeras dos reglas de la más alta espiritualidad. Primero, él tenía que hacer su propio pensamiento; segundo, él no podía hacer nada que él pensara o sintiera que era incorrecto. Las decisiones que él tomó hicieron claro para los Amón Reites que si Akhenaton reinaba, ellos o tendrían que reevaluar su propia posición, o ir a la guerra contra Akhenaton.
Por ejemplo: si alguien estaba nadando en el Nilo y sucedió que un cocodrilo lo atacó y le arrancó la pierna, los Amón Reites clamarían que el Dios del río se encolerizó por algo. ésta era su manera de inculcar miedo y obediencia en los plebeyos. El propósito de los sacerdotes no era educar a los plebeyos en las verdaderas costumbres de la naturaleza, sino mantenerlos ignorantes y subordinados.
Akhenaton supo que esta explicación era completamente ridícula. Más allá, él entendió la motivación de los sacerdotes cuando daban tal explicación. Akhenaton le permitió a las personas conocer su explicación: Cada criatura es creada por la GranFuerza. Es así como cada criatura tiene su propia naturaleza y su propio libre albedrío. Bajo ciertas circunstancias es simplemente la naturaleza del cocodrilo usar su propio libre albedrío para atacar. Esto no tiene nada que ver en absoluto con algún dios del río.
Los sacerdotes de Amón Re no podrían negar la lógica de Akhenaton. Todo lo que ellos podrían hacer era despotricar que él era un hereje y la condenación de Egipto si él continuaba.
No era el propósito de Akhenaton encolerizar o avergonzar a los Amón Reites, aunque tuvo éxito haciendo ambas cosas. él simplemente era un amante de la verdad. Cuando escuchó algo tan ultrajante como la historia del cocodrilo, le entristeció ver a las personas de Egipto engañadas y controladas mediante el mito y la superstición; así que, él habló.
Con cada confrontación, disminuía el poder e influencia de los Amón Reites sobre las personas de Egipto. La animosidad de los Amón Reites hacia Akhenaton crecía.
El hábito de Akhenaton de revelar las grandes verdades a la gente común
amenazaba el poder de los Sacerdotes de Amón Re--
¡él se tenía que ir!
Eventualmente, Akhenaton se reunió con los Amón Reites. Quiso hacer la paz con ellos. Ellos, a su vez, quisieron evaluar sus opciones.
Aquí nosotros debemos divagar para traer una comprensión de lo que realmente estaba sucediendo entre Akhenaton y los Amón Reites.
Entiende que, desde nuestro punto de vista, los Amón Reites eran malos, mientras Akhenaton era bueno [un poco de prejuicio se expresa aquí]. En este caso, nosotros definiremos malo a cualquier fuerza que busca mantener al hombre separado de su naturaleza espiritual más alta. Así mismo, recíprocamente, buena es cualquier fuerza que busca reunir al hombre con sus aspectos más altos.
¿Por qué nosotros decimos que los Amón Reites eran malos? Los Amón Reites demostraron su mala intención en por lo menos dos áreas. La primera era su uso de la religión como control mental. Como se declaró antes, los Amón Reites usaron la religión como un medio para controlar a las personas en lugar de como un medio para ayudar a las personas a entender su verdadera naturaleza. Esto puede verse claramente en la historia del caimán.
El sabio será guiado por la luz del amor que gobierna su corazón; El Rey será gobernado por las necesidades de su política; El maestro será gobernado por los límites de sus habilidades y los límites de la habilidad de sus estudiantes; El egoísta será gobernado por el antojo de sus emociones; Los jueces que son puestos sobre los hombres serán gobernados por las necesidades y limitaciones de la ley que ellos deben proteger; y, el Santo (Sagrado, Puro) no será gobernado en absoluto.
Quizás lo más importante es que los Amón Reites sabían exactamente lo que estaban haciendo y continuaron haciéndolo. Esto es lo que los hace verdaderamente malos, en lugar de simplemente equivocados.
Para entender esta diferencia sutil pero importante, permítenos dar un ejemplo. Si alguien te dice que el mundo es plano, puedes creerlo. Actuando con base en la información de ese alguien, te limitas en lugar de liberarte.
En lo que se refiere al individuo que te dio esta información, hay al menos dos posibilidades: él cree que lo que está diciendo es verdad, o él sabe que no es verdad y sin embargo lo dice. De cualquier modo, la información tiene más a menudo un efecto malo. Mantiene al hombre atrapado en la ignorancia y superstición en lugar de liberarlo para examinar las miríadas de posibilidades del universo. Pero, quien da la información puede estar simplemente equivocado o tener de verdad una mala intención. Si quien da la información es completamente mentiroso y lo sabe, entonces esa persona está sirviendo al mal y en algún nivel consciente él sabrá que lo que está haciendo es en perjuicio de su especie. Una persona que está meramente equivocada todavía está sirviendo al mal, pero no de la misma manera como el otro--él puede creer de verdad que está sirviendo a su especie.
Es nuestra opinión que los Amón Reites sabían que estaban
oprimiendo a los plebeyos de Egipto--
a esas mismas personas cuyo bienestar espiritual estaba en sus manos.
Recuerda, toda la sabiduría de Lemuria no estaba perdida. Los Amón Reites retuvieron algo de ésta. Los Amón Reites habían aprendido cierta cantidad de habilidades psíquicas. Como se dijo antes, ellos no compartieron esta información con otros, sino que la guardaban celosamente. Así que, los plebeyos no consiguieron nada. Como si eso no fuera lo suficientemente malo, los plebeyos consiguieron menos que nada--ellos consiguieron mentiras, supersticiones y otra propaganda diseñada para manipularlos a servir solamente al estilo de vida de los Amón Reites. Así, el "mal" de los Amón Reites era tres veces mayor: utilizaron la religión con la pretensión de lavarle el cerebro y controlar a las personas, eran conscientes de la falsedad de los dogmas que les daban a las personas y utilizaron sus habilidades psíquicas para ayudarse en sus costumbres corruptas.
Akhenaton, por otro lado, era un hombre de paz. él se esforzaba por servir a su especie. Se esforzaba por servir a las fuerzas de luz como opuesto a las fuerzas de oscuridad. Akhenaton quiso compartir con todos su sabiduría recientemente encontrada. él quiso liberar al hombre de los lazos de la ignorancia, el ritual vacío y la superstición.
Desde un punto de vista más alto, lo que realmente estaba sucediendo era una batalla épica entre las fuerzas de luz y las fuerzas de oscuridad. Ambas, las fuerzas de luz y las fuerzas de oscuridad habían enviado a sus sirvientes a que representaran el drama. El destino del futuro cercano de la Tierra estaba en la balanza.
Y, así, los combatientes se encontraron. Los Amón Reites mostraron su odio por el joven Faraón y sus nuevas costumbres. El joven Faraón, a su vez, mostró su paz y buena voluntad en su corazón hacia los Amón Reites. Así ha sido siempre cuando el bien se encuentra con el mal.
Una de las discordancias más grandes entre Akhenaton y los Amón Reites era la opinión de Akhenaton de que había un sólo Dios--una fuerza creativa. Los Amón Reites creían que había muchas fuerzas. Cada una tenía que ser estudiada separadamente. ésa era la única manera de entender las cosas. Así, había una pizca de verdad escondida dentro de la propaganda religiosa de los Amón Reites: ellos no creían en un dios-río, pero ellos si creían en muchos dioses.
"No", dijo Akhenaton, "hay sólo una fuerza creativa, un creador de todo--la GranFuerza. Claro, la GranFuerza tiene miríadas de aspectos en sí misma--pero todos ellos emanan de una fuerza. Es mejor no pensar en cada fuerza como separada de las otras, sino prever el Universo como un tejido, en donde cada fuerza interactúa con todas las demás. Ninguna está completamente separada, y cada una tiene su origen en una causa primaria, o fuerza primaria."
Tiempo y espacio son un buen ejemplo de esta discordancia. Para los Amón Reites, el tiempo y el espacio eran dos cosas completamente diferentes. Estos no mostraban ninguna relación entre sí, y siembre se los trataba en forma separada. Esto era importante para los Amón Reites, porque ellos eran capaces de una cantidad limitada de viaje astral a través de ambos, el tiempo y el espacio. Pero, ellos habían perdido la mayor parte de este antiguo arte, principalmente porque ellos no entendieron la naturaleza del mismo medio con que ellos estaban trabajando--¡tiempo y espacio!
Akhenaton, sin embargo, debido a sus visiones, sabía que tiempo y espacio realmente eran la misma fuerza, o, más bien, que los dos obedecían a las grandes leyes--la primera ley de la creación que establece: La creación del uno es, en y de sí mismo, la implicación de la creación del otro; la segunda ley de la creación que establece: Aquello que existe existirá Dual en su naturaleza, Triune en sus efectos. Akhenaton entendió que los límites que produjeron la Triunidad, hicieron sagrada la ley de la Triunidad: Conductibilidad, Receptividad, y Frecuencia.
Cuando Akhenaton dijo a los Amón Reites que se podía tratar con ambos, tanto el tiempo como el espacio, mediante la comprensión de las leyes más altas, esto estaba más allá de toda creencia para los Amón Reites. Para ellos, todo lo que hacían seguía el estilo de una receta de cocina. Ellos lograron todo lo que hicieron a través del trato estricto de un aspecto a la vez. Ahora viene Akhenaton y les dice que ellos podrían lograr más abandonando sus costumbres por una nueva vista del Universo, en donde todos los fenómenos de la naturaleza están íntimamente interconectados y conforman un solo conjunto de leyes superiores.
Cuando Akhenaton continuó diciendo a los Amón Reites que tiempo y espacio eran, después de todo, sólo una ilusión que el hombre había creado para sí, esto realmente erizó a los Amón Reites, por así decirlo. Simplemente era demasiado para ellos. Ellos simplemente lo rechazaron. Ellos no pudieron abandonar... o no abandonarían su manera de pensar [que después de todo, les había dado las habilidades místicas que ellos tenían] para compartir la sabiduría que Akhenaton había traído a la Tierra.
El próximo hueso de disputa era 'la fuente de la sabiduría de Akhenaton'. Los Amón Reites no creían que él había sido contactado por las Fuerzas Universales. ¿Por qué había sido contactado él y no el Sumo Sacerdote de Amón Re? Entonces, ellos negaron que la sabiduría de Akhenaton proviniese de una fuente más alta.
Lo que realmente pasó fue que se volvió necesario para los Amón Reites negar que Akhenaton fuese contactado por las fuerzas más altas para que así ellos pudieran defender su manera escogida de actuar. Si los Amón Reites no negaban la fuente divina de la sabiduría de Akhenaton y lo denunciaban como un charlatán, lógicamente ellos habrían tenido que escuchar lo que él tenía que decir. Ellos ya sabían que no estaban dispuestos a aceptar las ideas de Akhenaton, y así, lo denunciaron-- públicamente y privadamente.
Para Continuar a la segunda Parte